pequeñas almas-


JULIETA ¿Quién eres tú, que te ocultas en la noche e irrumpes en mis pensamientos?
ROMEO Con un nombre no sé decirte quién soy. Mi nombre, santa mía, me es odioso porque es tu enemigo. Si estuviera escrito, rompería el papel.
JULIETA Mis oídos apenas han sorbido cien palabras de tu boca y ya te conozco por la voz. ¿No eres Romeo, y además Montesco?
ROMEO No, bella mía, si uno u otro te disgusta.
JULIETA Dime, ¿cómo has llegado hasta aquí y por qué? Las tapias de este huerto son muy altas y, siendo quien eres, el lugar será tu muerte si alguno de los míos te descubre.
ROMEO Con las alas del amor salté la tapia, pues para el amor no hay barrera de piedra, y, como el amor lo que puede siempre intenta, los tuyos nada pueden contra mí.
JULIETA Si te ven, te matarán.
ROMEO Ah! Más peligro hay en tus ojos que en veinte espadas suyas. Mírame con dulzura y quedo a salvo de su hostilidad.
JULIETA La noche me oculta con su velo; si no, el rubor

teñiría mis mejillas por lo que antes me has oído decir. ¡Cuánto me gustaría seguir las reglas, negar lo dicho! Pero, ¡adiós al fingimiento! ¿Me quieres? Sé que dirás que sí y te creeré. Si jurases, podrías ser perjuro: dicen que Júpiter se ríe de los perjurios de amantes. ¡Ah, gentil Romeo! Si me quieres, dímelo de buena fe. O, si crees que soy tan fácil, me pondré áspera y rara, y diré « no » con tal que me enamores, y no más que por ti. Mas confía en mí: demostraré ser más fiel que las que saben fingirse distantes. Reconozco que habría sido más cauta si tú, a escondidas, no hubieras oído mi confesión de amor. Así que, perdóname y no juzgues liviandad esta entrega que la oscuridad de la noche ha descubierto.
ROMEO Juro por esa luna santa que platea las copas de estos árboles...
JULIETA Ah, no jures por la luna, esa inconstante que cada mes cambia en su esfera, no sea que tu amor resulte tan variable.
ROMEO ¿Por quién voy a jurar?
JULIETA No jures; o, si lo haces, jura por tu ser adorable, que es el dios de mi idolatría, y te creeré.
ROMEO Si el amor de mi pecho...
JULIETA No jures. Aunque seas mi alegría, no me alegra nuestro acuerdo de esta noche: demasiado brusco, imprudente, repentino, igual que el relámpago, que cesa antes de poder nombrarlo. Amor, buenas noches. Con el aliento del verano, este brote amoroso puede dar bella flor cuando volvamos a vernos. Adiós, buenas noches. Que el dulce descanso se aloje en tu pecho igual que en mi ánimo.
ROMEO ¿Y me dejas tan insatisfecho?
JULIETA ¿Qué satisfacción esperas esta noche?
ROMEO La de jurarnos nuestro amor.
JULIETA El mío te lo di sin que lo pidieras; ojalá se pudiese dar otra vez.
ROMEO ¿Te lo llevarías? ¿Para qué, mi amor?
JULIETA Para ser generosa y dártelo otra vez. Y, sin embargo, quiero lo que tengo. Mi generosidad es inmensa como el mar, mi amor, tan hondo; cuanto más te doy, más tengo, pues los dos son infinitos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu opinión-